Para abrir el blog, quiero compartir un escrito muy especial. Fue la carta que escribí a mis pacientes el 18 de febrero de este año. Espero que la disfrutéis tanto como yo escribiéndola
Conocerte ha sido una aventura. Tu proceso no se parece a ningún otro. Tampoco tu historia. Por eso, necesito poner en ti toda mi atención y mi energía. Conocerte profundamente es importante.
Me gusta descubrir con curiosidad tu forma de ver el mundo. No sé como lo hago, honestamente, pero no te juzgo. Intento comprender y creo que lo hago todas las diferentes vías que has encontrado para sobrevivir. Te admiro mucho más de lo que crees.
A veces creerás que soy yo quién tiene las respuestas que necesitas. Pero nada más lejos de la realidad. Tú eres la respuesta a todas tus preguntas. Si lo hago bien, al final de nuestro proceso, te darás cuenta de eso.
Soy humana, como tú. Por eso a veces me escuchas decir palabrotas: “hostia” o “será cabronazo”. A veces no puedo remediarlo. Yo también siento sorpresa, rabia y frustración. Otras veces nos reímos mucho cuando relativizamos.
Por supuesto a veces me emociono en consulta. Ves cómo se me ponen los ojos vidriosos. A veces me quedo en silencio y te hago saber que estoy aquí. A veces te digo emocionada lo duro que debió ser eso para ti.
Confieso que algunos días me siento perdida, tengo miedo, creo que no soy suficientemente buena o que no estoy a la altura de lo que tú necesitas. Tú me motivas a seguir con valentía con tu ejemplo. Vuelves sesión tras sesión. A pesar del dolor que a veces supone. A pesar de lo difícil que es asomarnos al precipicio.
Pienso en ti cuando veo algunos memes. Pienso en ti cuando voy a la montaña y recuerdo que a ti también te gusta ir. Pienso en ti cuando vivo alguna situación similar a la tuya. Pienso en ti cuando elijo nuevos libros para leer. Pienso en ti. Me importas. Y voy a seguir caminando a tu lado. A pesar del trauma. A pesar del miedo. A pesar del dolor. Voy a seguir caminando a tu lado. Porque confío en ti plenamente. Porque confío en que tienes la capacidad de sanar, incluso más allá de hasta donde yo soy capaz de acompañarte.
(Os quiero a todas.) 😊